La productividad es crucial para sacar el máximo rendimiento a tu tiempo. En el post de hoy, veremos distintas formas de abordar el mayor número de tareas posibles en un periodo de tiempo determinado.
Índice
- Planifica tu día más lento
- Evita las distracciones
- Cuida tus hábitos de lectura
- Ponte metas no laborales
- Entiende que no puedes saberlo todo
El exceso de trabajo es algo que nos sobrepasa a todos a menudo. En los últimos años se ha abordado el problema social que supone el exceso de actividad y la falta de sueño. Nos esforzamos por producir lo máximo posible y estar siempre ocupados, por lo que no dejamos espacio a otras cuestiones. Sin embargo debemos tener presente que el agotamiento físico y mental es a menudo contraproducente en lo que a productividad se refiere y que a menudo reducir esta carga de trabajo nos lleva a crear más con claridad y espacio.
Existen reconocidas técnicas como la meditación o la atención plena que nos ayudan con este fin. A continuación abarcaremos diferentes formas de conseguir tus objetivos optimizando tu tiempo.
Planifica tu día más lento
Hay quien no le da importancia a dormir las horas necesarias cada día, sin embargo conviene que sepas que los efectos a largo plazo de la falta de sueño son profundamente perjudiciales para tu salud.
Si dispones de tiempo para tu trabajo, pues no tienes otras obligaciones, puede parecerte tentador emplear horas de sueño o de tu tiempo libre en avanzar en tus tareas pendientes, sin embargo a medida que la vida evoluciona y tus obligaciones crecen, quizá te veas tentado a realizar más de una tarea a la vez. El resultado no suele variar: estarás haciendo ambas tareas probablemente mal, o desde luego no obtendrás los mejores resultados de ninguna de ellas.
Obsesionarte con tiempos demasiado limitados desde primera hora hará que cualquier imprevisto arruine tu mañana y probablemente tu día. Por ello, debes aprender a delegar y entender que hay tareas que no necesitan su cumplimiento de forma urgente. Priorizar tus tareas a lo largo del día o de la semana te ayudará a centrarte en lo que estás haciendo en cada momento y en lo que a su vez es más importante, consiguiendo mejores resultados y permitiéndote estar más a gusto en tu día a día. Recuerda que empezar tu día antes de tiempo y de manera más acelerada, a menudo genera un gran cansancio en tu mente, y hace que con el paso de las horas seas mucho menos productivo de forma inevitable.
Evita las distracciones
Existen diferentes libros y artículos que hablan de la dificultad de dejar de pensar en una tarea y poner por completo tu atención en la siguiente, pues es complicado desviar tu atención de una tarea que no das por finalizada de forma satisfactoria y por tanto también lo es que no se resienta el desempeño en tu tarea posterior.
Además en la actualidad contamos con múltiples distracciones que nos envuelven de forma constante como las que provienen de nuestros smartphones. Aunque entendemos la importancia y necesidad de estar conectado durante las largas jornadas laborales, te animamos a que pongas tu móvil en silencio durante la misma, e incluso durante todo el día, de forma que no dirijas tu atención al móvil cada vez que oigas el sonido de una notificación.
Otra buena opción es desactivar las notificaciones de todas aquellas aplicaciones que consideres secundarias o cuyo recibimiento no sea relevante para ti, puesto que estas apps están programadas para llamar tu atención de forma constante, no siempre te aportan una información relevante y conllevan la perdida de atención en dónde la tuvieras focalizada en ese momento, ya sea trabajo, familia, amigos, etc.
Del mismo modo te animamos a limitar tu tiempo con el teléfono móvil. Esto también te ayudará a dormir mejor, así como a aprovechar el tiempo que haces uso del mismo.
Otra forma de mantener tu mente despejada es escribiendo. Escribir es una popular forma de externalizar tus pensamientos de forma que no te ronden por la cabeza de forma constante.
Cuida tus hábitos de lectura
En el mundo actual, absorbemos información de forma constante. Nos bombardean a menudo con todo tipo de mensajes, ya sea a través de Internet o a través de medios tradicionales, incluso por la calle. Una de las formas más comunes de absorber información es a través de redes sociales. Para responder e interactuar, necesitamos previamente leer y entender determinada información de forma diaria. Por lo que aunque no leas libros, es inevitable que leas determinada información cada día. Blog, correos electrónicos, etc.
El consumo de contenidos es inevitable, por eso es importante que cuides el tipo de contenidos que consumes de forma diaria, asegurándote que te aporta un valor añadido y enriquece.
Por ello te animamos a que enfoques tus hábitos a lecturas menos breves como pueden ser los libros o al menos te asegures de consumir contendido que te enseñe algo cada día.
Ponte metas no laborales
De cualquier tipo. Sean cuales sean tus intereses o pasiones, encuéntralas y no te olvides de ellas.
Como ya hemos señalado, es crucial para tu productividad, dejar tiempo en tu cabeza y en tu rutina para actividades que no tengan que ver con lo laboral, independientemente del tipo de actividades que sean. Puedes encontrar tus objetivos en el deporte, la lectura, el cine, etc.
Crear una rutina independiente de la de trabajo te obliga a organizarte mejor, despejar tu mente y aprovechar mejor tu tiempo.
Además el tiempo que dediques a otras actividades, puede aportarte valiosas aptitudes y conocimiento que podrás aplicar en tu trabajo y te harán una persona más completa.
Entiende que no puedes saberlo todo
Es inevitable, y más si te encuentras en un cargo que conlleva determinada responsabilidad, que sientas que es tu deber conocer todas las respuestas. Sin embargo, es imposible poder resolver todas las dudas, y tu como humano que eres tienes derecho a aprender y buscar soluciones a medida que se vayan presentando nuevos desafíos.
Recuerda que cada desafío es una oportunidad para aprender y salir mejor de la situación. Un autentico líder no es aquel que tiene respuestas para todo sino aquel que no se queda parado hasta encontrarlas. Además, no es responsabilidad tuya procurar todas las respuestas a tu equipo. También es tarea de un buen líder saber delegar y confiar en las soluciones que tu equipo encuentre, permitiendo a su vez que estos sean más creativos y desarrollen sin miedo sus propias capacidades.
Ten en mente que las tareas que parecen más difíciles, no lo son tanto si se abordan poco a poco y que tus hábitos de hoy construirán tus resultados de mañana.